« Back to Album · Next »
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
KattusPrakliaty · 36-40, M
[...] Entre tanta escenografía, la niña no se habría percatado de que el gato que había pateado el señor anteriormente se encuentra justo detrás del gato negro, tirado en el suelo y con un pequeño charco de sangre. La patada del borracho había sido tan dura que para un gato viejo y enfermo como ese fue letal y le reventó los órganos internos.
La melodía se torna de repente más lenta y hermosa hasta detenerse en un último eco muy prolongado, y la cola del gato se enrosca bajo sus patas. De aquellos dos ojos brillantes y grandes brotan dos gotas por los lagrimales que no llegan a caer ni deshacerse.
De pronto, el cuerpo del hombre que había sido abatido por la pequeña niña emite una fuerte sacudida y, segundos después, comienza a reincorporarse lentamente. Boca abajo, se ayuda de sus rodillas y sus brazos para despegar la tripa del suelo, mas antes de decidir levantarse alza la cabeza para cruzar su mirada con la de aquel gato negro. [...]
La melodía se torna de repente más lenta y hermosa hasta detenerse en un último eco muy prolongado, y la cola del gato se enrosca bajo sus patas. De aquellos dos ojos brillantes y grandes brotan dos gotas por los lagrimales que no llegan a caer ni deshacerse.
De pronto, el cuerpo del hombre que había sido abatido por la pequeña niña emite una fuerte sacudida y, segundos después, comienza a reincorporarse lentamente. Boca abajo, se ayuda de sus rodillas y sus brazos para despegar la tripa del suelo, mas antes de decidir levantarse alza la cabeza para cruzar su mirada con la de aquel gato negro. [...]
Add a comment...