Tengo que atraer su atención en todo momento mi estimado, es algo que ya forma parte de mí y mi ego lo agradece... a decir verdad, siempre es muy placentero compartir estas charlas tan esporádicas y naturales con usted -Negó antes de sonreír nuevamente y quizás hasta una carcajada se dejó oír en aquel lugar, si bien era cierto no le sorprendía en lo absoluto la reveladora frase de su camarada -
¡Descuide Kiria San! no hay ningún tipo de problema en ese aspecto, al contrario, me gusta cada vez que le veo sonreír y feliz, eso me dice que sus decisiones son buenas y no llegan a marcarlo tan profundamente. Por mi parte, debo decir que este tiempo estuve confinado dentro de la ciudadela, el maestro decidió darnos un tiempo de descanso para poner a prueba a los nuevos reclutas, y por supuesto que mis entrenamientos no se han detenido... un capitán siempre debe estar por delante y jamás debe bajar la guardia.