─ Eso suena delicioso Nagisha... pero me quedo con un emparedado de pavo... hoy no tengo mucho apetito, y tampoco voy a rechazar tu oferta...─
Sonrie y rápidamente asiente, en lo que aquel mesero se acerca para toma sus pedidos. Una vez hecho eso, el varón mira su reloj para comprobar que efectivamente está retrasado de su trabajo por casi una hora, pero bastaría con tomar su móvil y enviar un mensaje a su asistente. Pensaba disfrutar del desayuno y más aún pude la compañía presente.
─ Y dime Nagisha... ¿cómo ha estado todo desde la última vez? ─