—Así es señorita, tiene un sentido analítico impecable, soy un guerrero traído a este mundo por magia muy poderosa, mi tarea es servir a mi ama y cumplir con sus trabajos por el bien de la humanidad— recalcó aquello con suma seriedad, pero pronto volvería a sonreír al escuchar acerca de la diosa Afrodita.
—He escuchado acerca de tu amiga... hay quienes le rinden oraciones sólo para conseguir el amor verdadero, seguramente es un ser muy ocupado... al igual que las demás deidades incluyéndole señorita Hecate—