Sabía muy bien lo impulsiva que reaccionaba ella ante sus provocaciones por lo que esperó en todo momento una situación como esta.
—En verdad lo harás...— bajó su mirada solo un poco, luego de visualizar la posición de su contendiente.
—¿Un ataque frontal?... ya veo... asi son las cosas, no has cambiado nada mi tonta hermana!...— bastaron solo milésimas de segundos para que su mano derecha se posara con firmeza sin perder su elegante postura, sobre la empuñadura de su espada.
Un golpe ascendente al desenvainar su arma se logra interponer entre el ataque primario ejecutado por la asesina de blancos cabellos, deteniendo el mismo sin tanto esfuerzo.
—¡Debes esforzarse más si deseas al menos acercarte querida Jack...!— exclama mientras ejerce un poco más de presión sobre su espada para que la potencia de ambos filos en contacto haga retroceder a la pequeña.