—No es que realmente ese comentario sea de mi interés en realidad.— Había dicho eso pero ante aquellas palabras su corazón se sintió intranquilo por unos momentos. De alguna forma sus palabras se comenzaban a sentir como un reto. ¿Pero reto de qué? No tenía sentido.

—Como vicepresidenta, tengo que estar en alerta todo el tiempo y tener cuidado. Tus palabras no tienen sentido alguno.— Replicó. Con eso las palabras de aquel sujeto era como si se hubiesen ido.

Sintió aquel desorden de su cabello y con eso la tensión fue como si la hubiera roto con ella por lo que se ruborizó un poco, por lo que se apartó de él. —¿Que diablos acabas de hacer?— Aquella acción había quebrado sus sentidos pero no era razón suficiente para tocar su mejilla y tratar de ser indiferente aquellas acciones de él, solamente quería entender su comportamiento. Estaba haciendo cosas que esperaba del rubio aquel, no de un desconocido, le estaba haciendo perder el control.