-Siempre es bueno ver un rostro nuevo en este lugar, espero que tu residencia esté siendo agradable en compañía de aquí nuestro, al parecer por ahora, intrépido compañero.- Dijo con calma, acomodándose en su asiento para ponerse más cómodo en lo que dejaba la taza de nuevo en la mesa, sobre la cual apoyó también un codo tras juntar sus manos. -Pero no, no estoy siguiendo a Clark, de una u otra manera. Aunque tampoco se puede negar que he intentado conocerle mejor porque, bueno, no es de lo más común ser salvado por alguien de un accidente automovilístico en el que el vehículo caía a unos 100km/h hacia el lago. A menos, claro, que todavía no te haya contado esa pequeña anécdota.- Dicho eso separó las manos, levantó la taza. -Y ya estaba aquí porque, bueno, el café que sirven tiene lo suyo.- Agregó antes de volver a beber con calma.