Le sorprendía que Luka estuviese con ella a ese grado de amabilidad y confianza, nuevamente sus manos volvieron a juntarse y ella lo siguió a quieto paso por las calles de París.

— Si, no me desagrada la idea

Nunca había tomado tales atajos para llegar a la pista de patinaje, aún así lograron llegar, asintió suavemente par ahora seguir el camino hacia las gradas y sentarse a un lado de Luka, por breves instantes estuvo entre admirar su helado y de reojo al muchacho que la acompañaba, intentaba descrifrar sus pensamientos de alguna manera, todo la iba consumiendo tan rápido que temía parpadear y que no fuese más que una fantasía.