Ella esperaba que él simplemente tocase alguna melodía para sus fans, pero solo guardo su instrumento y la tomó de la mano sin haber dicho algo antes. Sintió casi en cámara lenta cómo sus dedos se entrelazaban a los ajenos, sintió un revoloteo poco familiar en su abdomen mientras sus piernas se habían obligado a sí mismas a correr a la misma velocidad en la cuál el entusiasta músico la llevaba.

— ¿Uh?

¿Divertirse un rato? ¿Él la estaba invitando a eso? No sonaba para nada mal, pero realmente entre tantas cosas sus mejillas blancas se encargaron de ponerse rojas a medida que la iba llevando por un par de calles.

— Parece ser una buena idea —La primera vez que lo había visto había Sido en esa pista, bajo circunstancias especiales, aún así, le traía buenos recuerdos.