-Fue una sensación extraña, similar a la piel cuando se eriza, magnética, cosquilleante, lo que sintió con la cercanía de una energía peculiar y extraña.

"A las 3..."

Joah seguía aferrada de la ropa de su amigo, al escuchar la voz de Lusdry. Giró el rostro a su derecha, esperando que también Yzis y Anyel lo hubieran notado. Colocó de inmediato el índice sobre los labios de Anyel para acallar cualquier comentario, aún con su vista a la salida del callejón.

—Alguien puede vernos... —

Cualquiera que los viera, pensaría que siendo dos adolescentes escondidos en esa posición tan comprometedora, estarían haciendo cosas indebidas y no precisamente sólo conversando.-