— Dejó ver ante él una intención más vil y perversa que solo pudo hacerle sentir con sus acciones, la respuesta estaba más que clara y se la hizo entender de forma directa mediante el movimiento suave y generoso que proporcionaba con su mano; apretó un poco más fuerte su carne viril, y fue deslizando su palma desde los testículos hasta su glande muy lentamente, subiendo y bajando con tal facilidad que podía sentir el grosor del mismo a medida que frotaba una y otra vez obteniendo total gozo carnal en ello. — Shhh... no hables de más.

— No tenía ni la mínima intención de ceder a su petición. Así que le sujetó del mentón, obligandolo a ver sus ojos llenos de fantasías y pasión, hasta que finalmente le selló los labios en un beso brusco, el cual solo buscaba acallar su voz entre lamidas inquietas y mordidas feroces que llevarían hasta romper sus labios con toda esa enorme intensidad puesta en ella.—