— Podia sentirlo muy bien; el calor de su carne que envolvía su palma y ese estremecer exquisito en él, que solo generaba más placer en ella al querer tocarlo más, si muchísimo más. Esa mirada en él era fascinante, el como la veía e intentaba desafiarla con la expresión de sus ojos solo generaba más morbo en ella. Le sonreía con una pizca de malicia mientras su mano aplicaba una caricia más en su miembro e intentaba ser gentil en el proceso.— No me veas así, solo quiero sentirte un poco más.

— Le intentaba calmar, y para no hacer de su cercanía algo angustiante para él, le brindó esa "tranquilidad", rompiendo la venda que cubría sus labios con su otra mano, para así permitirle hablar, o más bien escucharlo jadear placenteramente para ella.—