(...) Tu quítate de mi camino, evita cruzarte en él a toda costa y ve a hacer no sé, tus cosas, lo que sea, solo mantente fuera de mí rango mientras permanezco en la ciudad. ¿Quien te crees que eres para hablarme de esa manera? Jah, comencemos, Qui-ta-te ~

Lo último lo dijo con una voz tan dulce que sonaba odiosa al estar socarronamente pausada. Llevo su mano derecha al bicep izquierdo del varón, apretó con fuerza la zona y busco de hacerle un barrido con su brazo para quitarlo de su campo visual e irse. Era más fuerte de lo usual, pero no utilizo toda su fuerza en ello, solo una parte mínima debido a que suponía que no pondría resistencia.