—¡Oye, soy muy apuesto cuando no tengo mi venda! — Exclamó nervioso el pelirrojo con un argumento sin sentido para los demás, aunque ese argumento si tenía sentido para él ya que cuando se quita su limitador su cabello crece y su rostro se ve un tanto mejor. Giró con suavidad para estar frente a frente con ella y levantó su mano derecha la cual estaba vendada para poder apartar su cabello de su cara y así mostrar un apuesto rostro. — ¡No soy tan feo!... Aunque si soy horrible... — (?)