Creo que tener un panda será un deber demasiado para ti. ¿Por qué no vamos a jugar un pocito? Mira, haré un teatro de peluches para ti. Con el señor lobo y la señorita conejita. ¿Quieres jugar? -comienza a jugar con los dos peluches metiendo sus manos en sus interiores- Hey Santiago. ¿Quieres unirte?