—Paseaba alegremente por la frontera del bosque del santuario al ver un grupo de jóvenes se acerca a saludar y uno de ellos avanzo jalandola del brazo hiriendola en la zona con sus garras y dándole una fuerte bofetada cortando cerca de su ojo con sus garras viéndola fijamente mientras advirtiéndole que los dragones debían quedarse en su territorio, quedando en estado de shock solo mantiene su vista perdida y sujeta su brazo herido el cual sangraba levemente sin decir palabra alguna mientras aquellos jóvenes de varias especies la rodearon dispuestos a atacarla. — No se debe cruzar los limites..
-No era capaz de escucharla pero tampoco era capaz de controlarse, pero al final terminó cayendo de rodillas al suelo dejando su espada caer al mismo, sus manos se elevaron frente a sus ojos estas parecían ser diferentes pero lentamente se volvieron humanas de a poco, intentó pensarlo un poco se volteó a mirar a Hiyori con sus ojos llenos de sorpresa un poco de miedo e incluso pequeñas lágrimas que parecían querer caer por sus mejillas- ¿Qué hice? -Preguntó dudoso y temeroso, se acercó a su prima tomando aquella mano con suavidad, se giró a mirar a sus enemigos que parecían verle con cierto odio, entonces notó los cuerpos de los otros chicos muertos, entonces pudo imaginar lo que había hecho-
