- ¿Conoce a mis dioses? Ellos sabrán de la amable hospitalidad que brinda a ésta humilde guerrera jagir. -Sus mejillas se ruborizan instantáneamente mientras toma asiento y espera con verdaderos modales propios de una joven. Sus ojos viraron su atención en las vivas llamas que calientan y arden manteniendo ese calor en el recinto.-

-Estoy en una búsqueda, quizá mis alabados dioses me han traído hasta aquí por una razón. Padre del viento Quetzalcóatl jamás se equivoca y padre Huitzilopochtli nos brinda el camino a la victoria... Pero ¿Quién soy yo para juzgar la desición divina y el azar que nos marcan en el camino? El ser celestial se esconde detrás de cualquier faceta, por ese motivo, Cham Cham se encuentra en su bello hogar..