-Estaba meditabundo, pero, escuchar la posibilidad era bastante... Interesante, la verdad era la primera vez que reconoce los dotes de la blonda para los negocios, y pensar que hace poco tenía miedo de matar un ciervo -

Me parece una buena idea.

-Solo eran ellos dos, nadie más ¿Que problema podría haber? Además... Esto le daba un mayor espacio para saber que les estaría esperando en su reino, al final de cuentas el debía acompañarla-