-Ser jinete de dragón comprendía mucho más que sólo surcar los cielos en compañía de un fiel amigo. Se requería vigor, agilidad de pensamiento, y disciplina, entre otras cuestiones. El primer equipo de jinetes de dragón de Berk no siempre reunía todas esas cualidades; sus miembros eran dispares, estrafalarios, y hasta impredecibles. Hiccup siempre intentaba ser quien pusiera el grano de sosiego faltante, ser la voz de la razón del grupo, pero, incluso él, a veces se exponía al peligro.

No sería por una causa improductiva. Desde que el peligro de separarse de sus dragones en pleno vuelo y precipitarse al vacío se hacía más latente, el hijo de Estoico había situado una ingente cantidad de su energía mental en idear un 'accesorio' funcional que permitiera a los jinetes aprovechar [...]