-Tú tampoco pareces un demonio, o no en su totalidad, pero tampoco me voy a confiar. -Le responde en modo de prosa y cuán mayor tranquilidad, virando su vista cristalina de tono lila en aquel peculiar joven, el único "humano" que ha visto vivo desde entonces. En ese lapso, añadió.- -Sin embargo, tienes aura humana a pesar de poseer sangre demoníaca en tus venas. -Volteó a verlo, retirando con su diestra aquella arma que le apunta en la sien.-

-No tengo intención de beber tu sangre, pequeño. Pasaba por aquí y no pude evitar ver ésta catástrofe, es una lástima porque solo venía a comprar unas cosas. ¿Qué son esas criaturas que deambulan e infestan éste suelo con su presencia? Nunca en mi vida les había visto, y vaya que he vivido demasiado bajo el yugo de la noche.