**Dado que el chico, aún en ése estado, piensa que podrá pasarse de listo; es entonces que el azabache usa su olfato para ir a donde desea con el chico.
En el momento que comienza a dirigirse a las cocinas, lo jala de vuelta, para llevarlo, como si supiese, a donde se encuentra la habitación del muchacho.
Una vez ante las puertas de la habitación, abre la misma con cierta fuerza, para arrojar al muchacho a la cama; cerrando la puerta tras de sí.
Se toma el tiempo de retirarse su sortija, para colocarla en el cerrojo, con un leve manar de su aura. Algo que servirá para, sin importar que tanto grite o quiera salir el joven de la habitación, no conseguirá nada, y la atención pasará de largo a ese cuarto.**
Comienza a desnudarte. **Expresa en una orden imperante, férrea y gélida hacia el chico, una vez que todo está asegurado.**