« Back to Album · Next »
Buenos días, mi señor.
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
*Ya se temía venir objeciones del chico, y las primera palabras de este lo confirman, sin embargo, en aquel momento no deseaba lidiar con su testarudez, y salió antes de que se viniera lo demás del reclamo.
Mientras que el joven se quedaba en su berrinche y pataleos sobre la cama. el esparvus simplemente salió a volar, por territorio de Drachenzunge, que, ahora, tras sus conquistas, resulta vasto y, al menos a los alrededores no pasaría por un percance de ataque enemigo.
Para cuando se cansó, o aburrió de aquello, regresó al castillo, ya casi al amanecer.
Al entrar en la alcoba, aún ve al chico dormido, por lo que, por un momento se queda observándolo dormir, tratando de decidir si darle algún beso, o alguna caricia. Lo que al final desiste; y sólo se acomoda en una de las butacas, para dormir lo poco que pueda hacerlo en lo que queda de oscuridad.*
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment