« Back to Album · Next »
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
—Se-Señorita, por favor debería entenderme.

Miró de dónde ella había tomado el pañuelo, su rostro tan rojo como el tomate parecía arder con la suficiente fuerza como para cocinar algo. Las insinuaciones de Haru en cuanto la ropa y sus dotes hacían sentir más nervioso al Arakoa.

—Por favor, busque algo que la cubra bien...
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment