Mas por esos momentos Haida había tenido la oportunidad de darse un pequeño descanso, se encontraba sumido en sus pensamientos, bebiendo su café con tranquilidad y viendo a través de la ventana el paisaje de la ciudad; autos, gente caminando, los sonidos de los claxons, la urbanidad al 100%, pero en su distracción escucho la voz de Retsuko dirigiéndose a él, aunque si bien no la había escuchado bien, en cuanto pudo volteó a su dirección y con una sonrisa amable mencionó con sutileza.

— Perdona Retsuko, no te he escuchado bien, pero cuéntame ¿Que es lo que pasa?—