Estaba más angustiada por la perdida de su oso que de lo otro que le dijo el Jōestar, muchas veces había recibido ofensas por su aspecto pero eso ni le importaba de todas formas ella solo estaba en ese continente para ganar aquella carrera y no buscar pareja o sentirse guapa.

— Igh, ¡SEÑOR OSO! — apretó su dorada dentadura entre ella misma para seguir buscando con la mirada, dió marcha siguiendo la caudal del agua y sin poder encontrar algo resistió la tristeza que le daba.