1/ Una persona que lleva la aventura en la sangre, siempre encuentra una a donde sea que vaya. Y allí estaba ella a dos cuadras, según sus cálculo, de la dirección en donde se llevaría a cabo ni más ni menos que una mítica fiesta de jóvenes magos. Geneviève era una persona que necesitaba socializar para cerciorarse que estaba viva, así que hablar con lugareños le fue vital para sobrellevar la visita a Estados Unidos. Conectó de manera inmediata con un grupo de chicas de su edad, que harían una fiesta para la despedida de un hermano mayor, que jugaría quiddtch en un equipo que jamás escuchó nombrar. Pero la alegría del logro era suficiente como para querer festejar en grande.

El único inconveniente era que su abuela, a quién acompañó a una reunión de la fundación internacional, le diera permiso. Pero claro, el inconveniente no sabía que la joven prefería pedir perdón antes que permiso, así que estaba todo arreglado: iría.