Aquella cacería duro toda la noche, nlde nada sirvieron las advertencias que se hicieron entre las mansiones de aquellos que habían tocado a su esposo, en cada lugar que Geneviéve ponía un pie salía con la cabeza.de.si víctima, había reservado al idiota que había anudado en su precioso Maximilien para el final, quería ver su rostro al verla llegar con sus "Amigos" en sus manos, el eco de sus tacones resonaba en el piso de mármol del vestíbulo principal, mientras dejaba en el suelo sus trofeos acercandose aquel que le miraba horrorizado—