Luego de aquel evento fallido habían sido invitados a varios celebraciones pero no habían asistido a muchas, hasta ahora, Geneviéve había dejado en claro que debían retomar su posición y presentarte a aquella mascarada
—Tu siempre luces hermoso e impecable, Mon amê, pero lo entiendo— El camino no fue largo, aun así sostuvo la mano de su esposo en todo momento hasta que estuvieron frente a la mansión Bachelard, al llegarle tomo en brazos para llevarlo a su habitación, notando que lucia algo cansado, la servidumbre los vio entrar comoe ra costumbre teniendo todo listo para ellos, llegó a su habitación y lo dejo con suavidad en la cama — ¿Quieres que te preparen un baño o ya quieres dormir, Mon amê? —
