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RavenEngel · F
Me alegra que le gusten señorita, además esas rosas le quedan muy hermosas
Tomó la canasta. Utilizó una de las rosas para adornarse el dorado cabello.
—Muchas gracias, siempre lo apreciaré.—
RavenEngel · F
** — Sabe muy bien que no me gusta verla llorar mi bella doncella — acercó su mano derecha hasta las mejillas empapadas de la elfa y con mucho cuidado sus dedos recogieron sus cristalinas lágrimas.
Le he traído algo que se que le gusta mucho señorita Galdriela — sonríe y le entrega una pequeña canasta que guardaba bajo su capa, en ella habían rosas rojas y muchas fresas maduras y jugosas **
Se separó de él y se limpió las lágrimas que manchaban sus rosadas mejillas.
—Este siempre será su hogar, y yo estaré aquí con usted toda la vida.
RavenEngel · F
** Acostumbraba tanto estar cerca de la doncella del bosque que su recibimiento no le sorprendió, muy por el contrario lo esperaba y lo aceptó con total entrega ya que extrañaba tanto a esa persona especial para su corazón.

así es señorita... he vuelto a este... mi hogar — todo a su alrededor se mantenía intacto y puro justo como lo guardó en sus recuerdos aquella última vez.

Nada ha cambiado en este sitio señorita Galdriela, incluso su sonrisa y sus tiernos ojos son tan radiantes como la primera vez que la vi — se mantuvo en calma disfrutando el abrazo de la dama por un largo rato **
Mientras acariciaba al ciervo, la elfa sintió de repente un cosquilleo en su pecho, justo sobre su corazón. Lo que provocaba esa sensación estaba justo detrás de ella.
Cuando volteó a ver sus ojos estallaron en lágrimas de alegría: era el caballero Albafika.
De un salto se disparó hacia él para abrazarlo.
—Volvió, mi señor, volvió.
RavenEngel · F
** Una suave brisa pronto se despidió a lo largo del silencioso bosque, quizás eran las horas o tal vez lo tranquilo que suele ser aquel sitio la mayor parte del tiempo, la verdad es que nada cambió luego de que el heleno empezará su travesía a través del amplio sendero. Aquel camino, cubierto de pasto al igual que de algunas hojas secas y flores coloridas las cuales contrastan maravillosamente el verde intenso que abunda el sitio y deja muestra viva de lo mágico y único que allí se resguarda.
Ha pasado mucho desde su última visita, pero nada se siente tan bien como volver a ese sitio al que puede llamar hogar **

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