Se había quedado en su habitación, se había pasado casi toda la noche contando estrellas, ahora se sumaba su padre a la ecuación, que faltaba? Que Eldä o Illha también le dijeran que no podía?. Por un momento pensó en lo tiempos qué pasaba en el taller.
Asintió ante el comentario de su hermana, su hermana era muy capaz de hacerlas cosas que se propusiera, por lo que tomó su mano con cariño.
» No dudo de ti ni de tu luz Ela, solo te expongo las calamidades del mundo, los nuevos príncipes siempre piensan que el ancho mundo es un lugar que se pueden comer sin ninguna medida, pero es más complicado que eso.
Luego acaricio suavemente el canelo de su hermana, tal vez era porque era la menor, que la querían proteger como lo que era una flor muy hermosa.
