-Mantuvó unos minutos el silencio en lo que descendía. Sus labios estaban aún con la ladina sonrisa en el rostro, pensó en dejarla caer pero la verdadera diversión comenzaría después.-
Lo que digas, little girl.~
- Sus pies se incorporaron a la tierra caliente y lúgubre. Los muertos que yacían ahí aclamaban al rey vampiro y por las cuencas vacías y negruzcas "veían" a la "intrusa" humana en su mundo, traído por el mismo soberano. Él hizo caso omiso de las habladurías y cuchicheos, uno de los esqueletos llevo hasta el su bajo.-
No, ahora son más obedientes desde que opte por presionarlos. La verdad es que me aburre a veces estar aquí pero, las fiestas son lo mejor~