La miró en silencio, no estaba apenado, no estaba molesto, únicamente era un atisbo de sorpresa con dudas.
Crisant no había si quiera puesto atención a todo lo que se decía de él, “prodigio mestizo” “el mestizo presumido que despertó a las estatuas” Y así mismo, otros de años elevados lo elogiaban de manera amable. Había de todo, sin embargo eso no modificaba su actitud ante las adversidades o cuando era benévolo.
— Un poco más y seguro le tirabas un diente.— Acotó alentando su acción, sonrió un poco de solo recordarlo.
— Ahora nadie podría meterse contigo, aunque, no he agradecido por meterte en esto.— No ofreció sacarla del problema, sabía que ella lo había hecho con todas las ganas de hacer callar al mini bribón.
— ¿Sólo él te ha hecho explotar así? —