Aquello solo alimentaba mayormente el gusto que le había provocarlo hacerlo. Incluso, su mente maquinaba ahora más, fuese en la oficina o otro lugar. La expresión de él no parecía meramente mala y eso le dió un permiso que no consultó.
Oh, sí. Volverás a la normalidad. ¿Crees que sería capaz de dejarte así?
Aún pasando el momento de gracia, se atrevió a tocar el rostro adverso, deliniando con su tacto. También observó su cambio de medidas, una increíble sensación le hizo ablandar su expresión; ladeó su rostro.
No lo sé. Sólo quería verte en ese momento. Aún ahora, aunque tú edad haya cambiado, sigues siendo tú.
Volvió a sonreír debido a su obra.