Pudo imaginar cualquier tipo de acción, menos una aceptación tan pronta, y sin embargo, ello no le impidió continuar.
Sus brazos de inmediato fueron con la cadera, un agarre firme tan solo para tener un apego contra aquel cuerpo, inclusive, el grato favor de profundizar el encuentro entre cada par de labios.

Ni siquiera ella misma sabía el porqué, tan solo lo quería. Le molesta la idea de que, con solo verla, tenga ese deseo por tenerla de cualquier manera.