-En un extenso viaje el Alquimista Alex pudo notar como llegaba al centro de un gran poder mágico, una brecha invisible donde varios reinos convergían. Sabia que era el lugar adecuado por lo que dejo a su corcel a uno de los lados del sendero donde se encontraba, cerca de una meseta al norte de su hogar-
Creo que es tiempo....debo apresurarme ~ -Expreso en un instintivo tono nostálgico y poco apacible comenzando a girar sus manos en una especie de hechizo donde logro poco a poco disparar centellas de luz abriendo un portal dimensional hacia otros reinos-
*En las inmediaciones del bosque, era la caída de la noche, el lugar era iluminado por luciérnagas y algunas luces de apariencia sobrenatural entre la maleza que dejaban entrever un camino oculto, aquellas luces pertenecían a faros que contenían una luz tenue en color verde no dejando a ciegas a quien avanzará por el camino, aquellas luces para un viajero poco experimentado podrían pasar desapercibidas y ser confundidas con reflejos en el brillo de las luciérnagas, adornando igualmente con su luz plateada colándose entre las copas de los árboles aquel espectáculo nocturno era prodigioso pues la luz que se colaba en la espesura daba una apariencia al bosque de ser plateado y ataviado con esmeraldas relucientes; no muy lejos de aquella posición una suave y dulce voz en otro idioma cantaba un suave susurro acapella, aquella voz parecía algo distante y regalaba al ambiente cierto aire de paz, solo le acompañaba al eco el sonido de algunos grillos y animales en aquel paraje*
