-Exclamo con disgusto el raudo y estoico Alquimista, dándose la vuelta mientras desenvainaba su espada de plata junto a una pequeña bomba de aceite encendida por una llama, sus reflejos sirvieron para efectuar un contra ataque contra la asquerosa criatura tras su espalda-
*Asintiendo ante sus palabras, solo observo sus acciones mientras terminaba de comerse aquella manzana*
Claro, en cuanto tenga más información te lo haré saber Alex...seguiré curioseando por ahí y ver que puedo obtener...
*Dio media vuelta para retomar su camino que había optado por seguir antes de haberse topado con el Alquimista, volvió a verle por encima de su hombro*
Cuidate Alex...en definitiva hay un gran mal acechando el lugar...
*Fue lo único que comento antes de dedicarle una suave sonrisa, cubrirse con su capa y comenzar a caminar para perderse de vista por la densa neblina que comenzaba a formarse en el lugar*
