La sociedad siempre juzga a los Alquimistas diciendo que solo pensamos en la evolución de la especie...en la misión del conocimiento y que no tenemos emociones....que somos bestias mutadas...que no merecemos amor y respeto. La realidad me demuestra cada día mas que los únicos monstruos son las personas...
-El Hombre se hizo ese planteo para si mismo mientras seguía estudiando e investigando algunas especies de plantas y minerales extravagantes que había obtenido en su ultimo viaje, un objeto de indeterminable valor se encontraba en el centro de mesa principal y quería descubrir su origen-
Sabes? aunque te parezca broma una de las primeras lecciones que nos enseñan en la orden alquímica es a cocinar....y tiene una razón de ser. Muchas comidas y preparaciones llevan ingredientes y procedimientos que deben ser respetados al pie de la letra para conseguir el mejor sabor....y además cocinar es básicamente alquimia ya que transformas materia en otra cosa...por medio de las mezclas...el calor y el frio.
-Exclamo el Maestro Alquimista con una sonrisa dulce al ver el plato para luego mirar a su alumna, el motivo de esto era para alegrarle un poco el día y además de que era un dato factico. Ya que Alex aun recordaba sus primeras lecciones en las clases de cocina que le hacían tener cuando era pequeño y estaba perfeccionando sus niveles básicos de Alquimia-
