Los sirvientes trabajaron diligentemente bajo la guía de Eremes, y pronto todo el banquete estuvo preparado. La mesa estaba cuidadosamente decorada con las flores que Eremes había seleccionado, y los platos estaban dispuestos de manera hermosa y apetitosa.
Eremes observó con satisfacción el resultado de su trabajo y agradeció a los sirvientes por su ayuda.
Una vez frente a la escalinata de la mansión donde los ojos de Eremes e Hilda están puestos en la Diosa,está por primera vez posa sus delicados pies sobre la nieve. Manteniéndose firme y estoica, sin dar un solo paso,desde abajo de la escalera dirige su mirada color zafiro buscando los ojos carmesí de su amado asesino, encontrando que está a cambiado por completo. Entonces los mira a ambos. Una ráfaga helada golpea suavemente el cuerpo de Freya,quién hace desaparecer sus alas blancas...el viento helado hace ondular la larga y dorada cabellera de la Diosa al igual que su vaporoso vestido blanco. Freya se sostiene del bacilo en su diestra,y buscando que su voz no se quiebre por lo que acaba de descubrir en la mirada del Normano,dice**
Señorita Hilda...Que maravillosa celebración... agradezco mucho la invitación...su pueblo y su gente son muy cálidos a pesar de el clima...tiene usted un hogar muy bello y... por su puesto...gente bajo su mandato excepcionalmente leal,fuerte,poderosa y d
