Técnicamente, "niño", no estamos casados. —Tenía una mirada calculadora, pero sonrió a medio labio cuando colgó un brazo en el hombro del castaño, y su otra mano fue a apoyarse sobre uno de sus pectorales, frotándolo orgullosa, presumiendo a su hombre.— Pero eso es sólo porque este dedo sigue vacío. —Tamborilea sus dedos enguantados contra el pecho de Scott, haciendo resaltar el dedo anular.— Sin presiones, cariño. —Abrió mucho los ojos, pero no podía esconder el sarcasmo en su voz cuando palmeó el hombro ajeno un par de veces y rió, soltándole para darse la media vuelta, retirándose de la escena sin despedirse.