Chasqueó la lengua al oírla y bajó la cabeza al igual que su espalda, estirando los brazos para elongar un poco sus extremidades.
— Te abandoné un tiempo... supongo que es una forma de recompensado.— admitió con un hilo vergonzoso en su voz y acabó meneando la cola al reincorporarse.
— Pero no subestimes a los cachorros, son más pillos de lo que crees.— desafió al verla con una sonrisa entredientes llena de convicción. Y...
— Seguro disfruta que alguien más te esté distrayendo porque has de ser pesadísima.— le sacó la lengua apetrolada de color, una bífida y burlona. De alguna forma tenía que cagarla. ♡