Hmhmhm~! –Con los orbes bicolor entrecerrados y la sonrisa pícara y tenue dibujada en los labios observó cómo su familia se torna a fantasmal del miedo, alimentándole aún más la sádica malicia.
Sin embargo, se dejó abrazar y la rodeó calida por la cintura–. Pero lo picante es lo que más me gusta, hermanita. –Cálida, pero solo para mostrar las fauces afiladas al susurrarle sonriente y maldita por pocos segundos–. Tranquila, quizás a la mitad note que te va mejor el agridulce, y cambie de condimentos~.