[code]<< Su voz era tranquila con un toque de firmeza, aunque más que firmeza era disciplina y el llegar tarde ya era una ofensa que sabía no sería perdonada. Accedió a tomar el asiento ofrecido, una ves rodeó la mesa que se había mantenido en espera junto a la señorita que, tal vez podía haber entrado en un pequeño lapso de impaciencia algo que notó al mirar aquella copa a medio beber. ― Gracias, en serio lo lamento. ― dijo tomando asiento tal y como había comentado.

― Si, bueno. . . Uno corre cuando le dicen que hay una reunión urgente que uno mismo debe atender; más uno corre sin saber más detalles. ― agregó mirando a la chica que, tras poner un poco de más atención, era muy bonita a primera vista, además lucía muy elegante, parecía que se había tomado muy en serio el tener dicha cita. ― Podemos comenzar, ¿No es así? ―>>[/code]