Hahaha... pobre ranita... solo deseaba conocerte... tal vez se hubiera vuelto un apuesto y galante príncipe
-Riendo y mencionando lo anterior en tono de juego, mientras que miraba la pequeña serpiente creada por ti, mientras que en ese momento miraba con cierta sorpresa todos los platos ya vacios de los postres mientras que volteaba a verte-
Vaya... si que te gusta lo dulce... haha... vaya bonitos nombres los de tus hermanas... y si entiendo, esas hermandades son las mejores supongo...
-Mientras que acercaba mi dedo índice a la serpiente que aun estaba en la mesa como queriendo tocarle la parte superior de la cabeza, mientras que susurro en tono bajo-
