-El simple hecho de ser sujetado por ella, fue el pie para soltar una divertida carcajada, puesto que esperaba eso de ella, un leve enojo el cual le reprocharía más adelante.- Ah~ Pero si te duermes no vamos a poder estar juntos. Quiero atención, dale atención a tu Master~ -Musitó tales palabras sin perder esa pizca divertida, aunque claro que ahora y con su mano libre apretó uno de sus pechos, realmente no quería hacer nada, sólo provocarla.- Deberías de tener cuidado, dicen que hay un bicho gigante que pica a mujeres desprevenidas sin ropa, no me gustaría que te atacara.