[code]Como ya era casi costumbre, soltó una pequeña risa por lo escuchado. No cabía duda que la atípica forma de comportarse por parte de la fémina se había incrementado por la falta de alimento.— Parece que en verdad mueres de hambre. —buscó con la diestra entre los bolsillos del pantalón para tomar el teléfono móvil y pasó a entregarlo; donde el mismo gozaría de múltiples aplicaciones de entrega de comida.— Adelante, elige lo que quieras. —terminó por comentar mientras pasaba a tomar asiento en el sofá, pues se encontraba un tanto cansado físicamente. [/code]
