Aquel día comenzaría como cualquier día normal, si bien la noche anterior había caído bastante rendido por sus ocupaciones nocturnas por lo que durmió unas 12 horas seguidas, cosa inusual para el joven. Vistiendo una remera blanca y pantalones de dormir, y con pies descalzos, el varón pelinegro pasó a su baño a tomar el cepillo dental y comenzar a cepillar sus dientes con rostro adormilado.
Cuando ella dijo aquello sobre disculparse negó con suavidad. — Nada de qué disculparse eso sí, sobre todo cuando mi primera reacción fue defensiva. Debí haber notado las galletas y café obra de mi Darling. — Y de ese modo acotó. — De verdad no incomodas, si no puedes hacer nuevos amigos aún, al menos podemos crear contactos ¿No? Eso solía decir mi hermano. — Así mismo añadió. ━━ En cuánto a la misión, no preguntaré detalles si lo prefieres. Entiendo el privilegio de cliente y freelancer. ━━
