Las calles estaban algo ruidosas esa noche, entre sirenas de la policía persiguiendo a miembros de la banda del Tigre, combinado con las típicas reverberaciones de sonido de la música que salía de las puertas de clubs multicolores y neones que dejarían embobado a cualquiera que no estuviese acostumbrado. Esa noche el Fixer había dejado clara la misión, un tipo que se hacía llamar Vex-57, Netrunner y adicto a los implantes parecía más una máquina que un ser humano a este punto; un cliente anónimo había dejado una gran suma de dinero para su captura o muerte.
Sin embargo ante aquellas palabras en su memoria, sobre libertad, sobrevivir, y descubrir caminos inimaginables recordó nuevamente que su antigua Jefa y la mayoría de su familia estaba muerta, aquel ataque terrorista voló casi por completo las instalaciones donde ellos se encontraban, y con ellos muertos no tenía a nadie a quién proteger, hasta que encontró a R-7 justo en ese día terrible. Nunca imaginó que eventualmente ella sería la razón para superar tantas pérdidas y volver a abrazar su verdadero yo aunque fuese solo frente a ella.
Sus ojos se abrieron, y estaban algo húmedos, recordó que no solo su familia había desaparecido casi en su totalidad, si no que aquellos científicos que lo adoptaron para volverse uno de ellos, aquellos que debió proteger estaban también casi en su totalidad muertos. Sus pupilas se dilataron, y observaron con intensidad hacia arriba, para luego sentir la calidez del regazo de R-7 y mover su cabeza hacia un lado para poder ver a la fémina al rostro.
