Las calles estaban algo ruidosas esa noche, entre sirenas de la policía persiguiendo a miembros de la banda del Tigre, combinado con las típicas reverberaciones de sonido de la música que salía de las puertas de clubs multicolores y neones que dejarían embobado a cualquiera que no estuviese acostumbrado. Esa noche el Fixer había dejado clara la misión, un tipo que se hacía llamar Vex-57, Netrunner y adicto a los implantes parecía más una máquina que un ser humano a este punto; un cliente anónimo había dejado una gran suma de dinero para su captura o muerte.
(…) Pasando dos horas, finalmente R-7 había conseguido estabilizar su presión, así como el resto de parámetros que estabilizaban el cuerpo de Dreizhen para que este usara sus implantes de manera óptima, incluyendo su brazo que después de estar a punto de desprenderse, R-7 se las ingenió para que volviese a quedar fijo en su lugar original.
Una vez él tenía solo las típicas heridas de “guerra”, R-7 abrió su botiquín, y seguido de ello, se sentó sobre el sofá, y con sumo cuidado coloco la cabeza de Dreizhen sobre sus piernas para que se sintiese más cómodo. Empezó a enjuagar las heridas con un poco de alcohol, y posterior a ello coloco un curita por cada corte en su cara y cuerpo. Ya siendo la 01:35, R-7 permaneció en total silencio para no interrumpir el sueño de su compañero, mirándole de forma enternecida mientras pasaba con delicadeza sus dedos entre sus cabellos. ━━ Dreizhen-san… ━━
