- Habia pasado y tiempo desde que la albina había caído en aquel estado de “muerte”, aunque por supuesto la muerte no era algo que pudiera tocarla con la facilidad que ella había pensado y deseado hace algún tiempo. Aún así no se había movido de aquel sitio donde había sido depositada, un ataúd de cristal oculto en lo más profundo de aquellos espesos bosques cercanos a las tierras de su hermano. Su cuerpo había ocupado sus energías y la sangre en ella para eliminar de el aquella sustancia ajena y por supuesto dañina, por lo que su aspecto comenzaba poco a poco a ser deteriorado y “seco”-
[i][c=#660066]- Era dificil de decifrar si en aquel estado la chica era capaz de distinguir lo que ocurria a su alredor, lo que si fue seguro es que no mostro reaccion alguna ante la cercania de aquel ser o ante la profanacion de aquella especie de sepulcro. Seria la sangre cayendo sobre sus labios lo unico que lograria una reaccion en ella, abriendo su boca que dejaria ver sus colmillos, dejando entrar el liquido del que a simple vista su cuerpo carecia, todo al mismo instante en que su mano diestra se habia aferrado como la garra de una arpia a aquel brazo desconocido.
Unos cuantos segundos pasaron lentos hasta que el cambio comenzo, la piel seca comenzo a recobrar su "vida", los labios se llenaron al igual que sus formas bajo el vestido, su cabello recobro tambien la vitalidad y el brillo cuan largo era, volviendo a formarse aquellas suaves ondas que pasaron del blanco al negro lentamente.
Lucia nuevamente como habia sido al momento de caer en aquel estado, incuso (...)[/c
