*estando sentada en la mesa, que habría reservado Mila con anticipación, ella no habría tardado mucho en pedir una taza de café ya que deseaba algo que le levantará el ánimo, después de estar unos minutos en el lugar él mesero llegaría con su pedido más justo con la taza de café en sus manos la joven escucha el rugido del motor del vehículo de su padrino, ella le observan entrar sonriendo alegre, pensando que se reunirían los tres y que aquello era una sorpresa, más al notar el trato entre los mayores ella solo dice*

Padrino, estoy compatible con Mila una taza de café si gustas puedes esperarme un tantito, pero por favor no discutan que de verdad me siento muy triste y desanimada y eso no me ayudaría en nada

*La joven suelta aquello con una voz apagada y triste, esperando que los mayores actuarán como lo que son adultos y comprendieran el estado anímico de la jóven*